La Coalición Cívica tenía planeado participar en la interna presidencial de Juntos por el Cambio y apostaba a la postulación de Elisa “Lilita” Carrió para las PASO. Sin embargo, al no poder alcanzar a los “tanques” de Juntos por el Cambio en esa confrontación, como Horacio Rodríguez Larreta y Patricia Bullrich, renunció a la candidatura y volcó su apoyo hacia el jefe de Gobierno porteño.
En política nada es gratis y menos en las renuncias. Sucede que Carrió estiró su decisión de dimitir a la postulación a presidenta hasta el final, por un claro objetivo: buscar mejores lugares en las listas ya que en esta elección se termina el mandato del 60% del bloque de la CC en Diputados.
En tanto, acomodados los aprestamientos legales para las PASO, Rodríguez Larreta y Bullrich tienen sus candidatos y ajustaron su estrategia y se aprestan a iniciar la batalla final interna. El alcalde la Ciudad Autónoma continuará con “microcampañas” y explotando figuras para atraer a distintos segmentos de electores, pregonando su intención de sumar para la “nueva mayoría”. Además, marca en sus oportunidades una plataforma que destaca “cambios perdurables en el tiempo” en caso de que asuma la Presidencia.
Bullrich, por su parte, reforzará su perfil de una líder intransigente que se apoya en la gente antes que en los dirigentes tradicionales, como eje central de su iniciativa de impulsar cambios drásticos para transformar la Argentina, convencida de que es lo que reclaman sus votantes y el resto del país, que “ya está cansado del kirchnerismo”.
Rodríguez Larreta logró sumar a Gerardo Morales como su vice casi como un referente de los “halcones” una semana antes de que se convirtiera en compañero de fórmula. La violencia en Jujuy lo hizo posible. En ese momento había logrado que otro exponente del ala dura de Juntos por el Cambio, el peronista disidente, Miguel Angel Pichetto, se uniera a sus filas. Ahora, es una incógnita hasta dónde puede jugarle en contra los incidentes en Jujuy, dado que el repudio a la represión tuvo manifestaciones en el todo el país y también desde organismos internacionales de Derechos Humanos.
A Bullrich la respalda un sector disidente de la UCR, el Grupo Malbec de Alfredo Cornejo, Ernesto Sanz y Maximiliano Abad, y expresiones liberales como Ricardo López Murphy y el demoprogresista Oscar Moscariello.